Hace dos años la mayor parte de los jóvenes que hoy conforman el equipo titular del Vida ardían en el purgatorio. Estaban a un punto de irse al descenso y las críticas eran agrias cintra su presidenta Carla Dip y la decisión de mantener en el cargo de entrenador por demasiado tiempo al argentino Alberto Romero que se las jugó con muchos juveniles.
Romero era cesanteado y Manuel Calderón les daba el seguimiento necesario a estos muchachos que tenían sobre sus espaldas la dura tarea de salvar a este equipo del descenso. Posteriormente llega Nahum Espinoza a asesorarles el trabajo técnico y los cocoteros terminaron salvados y peleando el campeonato.
Este es el pasado inmediato de un equipo que nuevamente ha vuelto a congregar a sus adeptos en el estadio, han mostrado el mejor fútbol del torneo y de no ser por la intervención de Mario Moncada, aun estuvieran invictos y sólidamente afianzados en la punta con una generación de jóvenes que repuntan en el futbol nacional.
LA ERA DE
“CARLON”
En medio de momentos económicos duros, la “presi” Carla Dip se la jugó con Carlos Martínez como entrenador para el Apertura, se trajeron muchos refuerzos y se mantuvo la base de juveniles que les dejó Romero y comenzaron con una muy buena primera vuelta donde se mantuvieron en segundo lugar hasta la fecha siete por debajo del Marathón.
Económicamente el equipo se cayó en la segunda vuelta y los resultados se esfumaron, se terminaron perdiendo los últimos cinco juegos y empezarían el actual Clausura peleando el descenso (como para no perder la costumbre) no hubieron grandes contrataciones pero si muchos jugadores fueron dados de baja.
BASE CATRACHA
Hoy los cocoteros muestran en la cancha una forma de juego perfectamente definida donde ha renacido Yul Arzú como guardameta y que se está convirtiendo en uno de los menos goleados del torneo. Una línea de cuatro hombres en el fondo inamovibles, Brayan Beckeles y Carlos Arbizú en los costados y Jorge Lozano y Porciano Ávila como marcadores centrales.
Su mediocampo es dirigido por uno de los mejores volantes de contención que ha resurgido en Honduras: el mundialista Arnold Peralta, aquel mismo que le metió el golazo a Hungria en Egipto es un autentico cazador de la media cancha y Amado Guevara y Danilo Turcios pueden dar referencia de su forma de marcar.
Junto a Peralta trabaja Juan Carlos Raudales como marcador. Vida no juega con un volante centro o de enganche, se la rifan con dos volantes carrileros con mucha velocidad y desborde, Carlos Solórzano y Orlin Peralta que son capaces de mantener entretenidos a cualquier jugador que busque salir por esos costados.
El ataque es la zona más solida, Jerry Bengtson y Charles Córdoba han formado la dupla más efectiva del fútbol hondureño. Juntos han anotado 22 goles en ambos torneos, ocho en lo que va de las ocho fechas del Clausura y son el referente de un Vida que ya dejó atrás el descenso y solo piensa en liguilla.
Romero era cesanteado y Manuel Calderón les daba el seguimiento necesario a estos muchachos que tenían sobre sus espaldas la dura tarea de salvar a este equipo del descenso. Posteriormente llega Nahum Espinoza a asesorarles el trabajo técnico y los cocoteros terminaron salvados y peleando el campeonato.
Este es el pasado inmediato de un equipo que nuevamente ha vuelto a congregar a sus adeptos en el estadio, han mostrado el mejor fútbol del torneo y de no ser por la intervención de Mario Moncada, aun estuvieran invictos y sólidamente afianzados en la punta con una generación de jóvenes que repuntan en el futbol nacional.
LA ERA DE
“CARLON”En medio de momentos económicos duros, la “presi” Carla Dip se la jugó con Carlos Martínez como entrenador para el Apertura, se trajeron muchos refuerzos y se mantuvo la base de juveniles que les dejó Romero y comenzaron con una muy buena primera vuelta donde se mantuvieron en segundo lugar hasta la fecha siete por debajo del Marathón.
Económicamente el equipo se cayó en la segunda vuelta y los resultados se esfumaron, se terminaron perdiendo los últimos cinco juegos y empezarían el actual Clausura peleando el descenso (como para no perder la costumbre) no hubieron grandes contrataciones pero si muchos jugadores fueron dados de baja.
BASE CATRACHA
Hoy los cocoteros muestran en la cancha una forma de juego perfectamente definida donde ha renacido Yul Arzú como guardameta y que se está convirtiendo en uno de los menos goleados del torneo. Una línea de cuatro hombres en el fondo inamovibles, Brayan Beckeles y Carlos Arbizú en los costados y Jorge Lozano y Porciano Ávila como marcadores centrales.
Su mediocampo es dirigido por uno de los mejores volantes de contención que ha resurgido en Honduras: el mundialista Arnold Peralta, aquel mismo que le metió el golazo a Hungria en Egipto es un autentico cazador de la media cancha y Amado Guevara y Danilo Turcios pueden dar referencia de su forma de marcar.
Junto a Peralta trabaja Juan Carlos Raudales como marcador. Vida no juega con un volante centro o de enganche, se la rifan con dos volantes carrileros con mucha velocidad y desborde, Carlos Solórzano y Orlin Peralta que son capaces de mantener entretenidos a cualquier jugador que busque salir por esos costados.
El ataque es la zona más solida, Jerry Bengtson y Charles Córdoba han formado la dupla más efectiva del fútbol hondureño. Juntos han anotado 22 goles en ambos torneos, ocho en lo que va de las ocho fechas del Clausura y son el referente de un Vida que ya dejó atrás el descenso y solo piensa en liguilla.
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